viernes, 4 de noviembre de 2011

Rain, The Beatles, 1966


Por fin parece que ha llegado el otoño en su faceta más... otoñal. Temperaturas fresquitas y lluvia. Por más molesto que esto pueda parecer y ser, más extraño era lo que este servidor hacía hasta anteayer: ir en pantalón corto por casa en plena castañada. En realidad, incluso hoy he ido todo el día arremangado en camisa, pero es cierto que para andar por la calle ya era menester la cazadora.

Como fuere, he creído apropiado (alguno dirá con razón que "obvio") rescatar un tema lluvioso. En la historia del rock los hay a miles, y en todos los idiomas. Alguno incluso ya ha pasado por aquí. Así que ante la disyuntiva, ante la gigantesca disyuntiva, he optado por la solución de la navaja de Ockham. Así pues, hoy, simplemente, Rain. De mis Beatles.

En la nunca suficientemente reivindicada primavera de 1966 desde el punto de vista musical, los de Liverpool estaban en pleno cénit de su poder, apenas compartido a distancia con el resto del universo pop. Su autoridad era tal que sus singles no tenían cara A y B: tenían dos caras A, como muestra de que se podían permitir la promoción conjunta de dos canciones simultáneamente.

No obstante, Rain fue una excepción en aquella norma, ya que se publicó como cara B. Sin embargo, su calidad era tal que aún a día de hoy se la considera una de las caras B mejores de toda la historia del rock. Asimismo, su producción técnica estaba a la altura de cualquier cara A... y aún por encima de muchas. Como ejemplo, no es que se hiciera un clip de la canción, si no que se hicieron hasta tres, dos en los estudios Abbey Road y uno más en los jardines del palacio de Chiswick House, en Londres. 

Personalmente, la considero una de mis canciones preferidas de los Beatles, no ya sólo por su melodía y letra (una alegoría psicodélica escrita por John Lennon alrededor de sus estados anímicos), si no por su solídisima base rítmica, con unos bajo y batería aparentemente anárquicos pero que conformaban un conjunto finalmente milimétrico. Lo cual tenía un mérito tremendo en tanto ni Paul ni Ringo podían equipararse (es así, y ya está) a otras bases rítmicas mucho más formidables por entonces como las que sostenían John Entwistle y Keith Moon en los Who, por ejemplo.

Como siempre, espero que os guste. Y sea bienvenido, finalmente, el otoño.



Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Una razón más a añadir a la lista de por qué morir joven no es bueno (se te van a poner los pelos de punta):

    http://www.youtube.com/watch?v=-hsahbAEZpc&feature=related

    ResponderEliminar
  2. ¡Hala! ¡Como escarpias, se me han puesto! Mira, como reacción, un día de estos (si encuentro material decente, como siempre) voy a traer una remezcla -más bien una combinación de dos canciones remezcladas- que esta sí, quedó de coña en mi modesto juicio. Es la que fundió el "Initials BB" de Serge Gainsbourg (que está ya como post desde hace tiempo) con el "Right Right Now Now" de los Beastie Boys. Vamos, el día y la noche. Para que no se diga que toda adaptación es como esta...

    ResponderEliminar