A todos los noventeros, The Corrs nos suenan algo más que familiares... hacia la segunda mitad de la década fue uno de esos grupos que, semana tras semana, siempre aparecían arriba en las listas de éxitos. Temas no faltaban: Runaway, Breathless, What Can I Do... sin embargo, para este redactor la favorita era, sin ningún lugar a dudas, la deliciosa Only When I Sleep.
Como la mayoría sabréis, The Corrs se llamaban así por el obvio y sencillo motivo de ser cuatro hermanos de idéntico apellido. Irlandeses como eran, su estilo pasaba por la fusión del pop-rock con sonidos de inspiración céltica.
Si bien en sus inicios obtuvieron buenas referencias tras un casting para la película The Commitments, su gran salto a la fama les vino tras las recomendaciones de una norteamericana de origen, cómo no, irlandés. Y de buena familia. Hacia 1994, la embajadora de aquel país en Irlanda era nada menos que una hermana de John, de Robert y de Ted Kennedy. En otras palabras, miembro de lo más cercano a una aristocracia real que han tenido los Estados Unidos. Tras asistir a un concierto de los cuatro hermanos Corrs, quedó impresionada, y cuando un Kennedy se impresiona, es fácil deducir que las cosas se te pueden poner... algo mejor que bien.
Un año después de este encuentro entre primos irlandeses, y de una actuación en Boston en el marco del mundial de fútbol de 1994 (cosas del madrinaje, imagino), grabaron su primer álbum, Forgiven, Not Forgotten, que obtuvo buenas ventas. Sin embargo, el éxito rotundo llegó con su segundo álbum, Talk On Corners, de 1997, en el que se incluía la Píldora de hoy. El disco fue un impacto en toda regla: 20 platinos en su país, 9 más en Gran Bretaña y 7 en España, país donde la formación tuvo una especialmente buena acogida. Y de paso, arrastró a su anterior LP de nuevo a las listas, con lo que los cuatro hermanos emularon la hazaña de The Beatles de tener dos álbumes en el primer y segundo puesto, respectivamente, de las listas británicas.
Así que ya sabéis, si veis que vuestro trabajo no acaba de despegar, no sufráis. Briconsejo: invertid vuestro tiempo en un Kennedy, en uno de los que queden vivos, por supuesto. También podéis probar con la lotería, pero creo que las probabilidades reales aconsejan más la primera vía.
Como la mayoría sabréis, The Corrs se llamaban así por el obvio y sencillo motivo de ser cuatro hermanos de idéntico apellido. Irlandeses como eran, su estilo pasaba por la fusión del pop-rock con sonidos de inspiración céltica.
Si bien en sus inicios obtuvieron buenas referencias tras un casting para la película The Commitments, su gran salto a la fama les vino tras las recomendaciones de una norteamericana de origen, cómo no, irlandés. Y de buena familia. Hacia 1994, la embajadora de aquel país en Irlanda era nada menos que una hermana de John, de Robert y de Ted Kennedy. En otras palabras, miembro de lo más cercano a una aristocracia real que han tenido los Estados Unidos. Tras asistir a un concierto de los cuatro hermanos Corrs, quedó impresionada, y cuando un Kennedy se impresiona, es fácil deducir que las cosas se te pueden poner... algo mejor que bien.
Un año después de este encuentro entre primos irlandeses, y de una actuación en Boston en el marco del mundial de fútbol de 1994 (cosas del madrinaje, imagino), grabaron su primer álbum, Forgiven, Not Forgotten, que obtuvo buenas ventas. Sin embargo, el éxito rotundo llegó con su segundo álbum, Talk On Corners, de 1997, en el que se incluía la Píldora de hoy. El disco fue un impacto en toda regla: 20 platinos en su país, 9 más en Gran Bretaña y 7 en España, país donde la formación tuvo una especialmente buena acogida. Y de paso, arrastró a su anterior LP de nuevo a las listas, con lo que los cuatro hermanos emularon la hazaña de The Beatles de tener dos álbumes en el primer y segundo puesto, respectivamente, de las listas británicas.
Así que ya sabéis, si veis que vuestro trabajo no acaba de despegar, no sufráis. Briconsejo: invertid vuestro tiempo en un Kennedy, en uno de los que queden vivos, por supuesto. También podéis probar con la lotería, pero creo que las probabilidades reales aconsejan más la primera vía.
The Corrs – Only When I Sleep (por Spotify)
Letra de la Píldora.
Hasta la próxima.
Tengo que reconocer que lo que más me interesaba de los Corrs era la cantante... Siempre me parecieron "olvidables"
ResponderEliminarCiertamente, el aliciente de la cantante (y sus hermanas) tenía bastante tirón, pero tampoco tenían malos temas. Era como en botica, había de todo... aunque supongo que precisamente eso los distingue de otras grandes bandas con repertorios algo más sólidos en general... bueno, al menos este tema molaba más, ¿no?
ResponderEliminarAAAAAAy omà que ricas toas (menos la de la batería que parecía un manolo)
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