jueves, 22 de abril de 2010

Baby I Don't Care, Transvision Vamp, 1989


Lo de poner una maciza al frente de una banda pop siempre ha sido algo con bastante tirón, sobre todo entre el público masculino. Especialmente, cuando se tienen quince o dieciséis castañas -aunque, de hecho, con treinta y cinco, también, para qué engañar a nadie-.

Lógicamente, a menudo, la música era lo de menos. En este sentido, el grupo protagonista de hoy, Transvision Vamp -con su respectiva maciza, Wendy James- era un poco excepcional, ya que resulta que también disponía de una batería de buenas canciones. Su estilo, un power pop cargado de guitarras pero pinchable en cualquier lugar -lo que, unido a la cantante, evocaba en cierta medida a los Blondie de Debbie Harris, otra que tal- convirtió a estos ingleses en uno de los grupos con más éxito en el cambio de década de los ochenta a los noventa.

Así, coleccionó varios hits en poco tiempo, entre los que recuerdo perfectamente The Only One, este Baby, I Don't Care (el mayor de todos) o mi preferido, el potente If Looks Could Kill, ya a punto de separarse la formación. Como véis, por entonces, no todo eran The Beatles entre mis cassettes...

Y como una cosa lleva a la otra, me viene a la cabeza otro grupo de estructura similar -también en estilo, más o menos- pero de aquí, que eran Los Romeos. Por las mismas fechas, año arriba, año abajo, se marcaban un sonoro éxito, titulado Mi vida rosa. Imagináos cómo se nos ponía el cuerpo cuando Patrizia Escoin cantaba aquello de "quiero comer toda tu vida...".

Uf, mejor os dejo ya con el vídeo.

Transvision Vamp – Baby I Don't Care (por Spotify)



Letra de la Píldora.

Hasta la próxima.

2 comentarios:

  1. Tengo que reconocer que de esta peña lo único que me interesaba era Wendy James...

    ResponderEliminar
  2. Pero no era poca cosa, hombre... y piensa en mis 15 o 16 castañas de entonces... de todas formas, aún hoy, viendo los clips, sigo entendiendo porqué molaban tanto...

    ResponderEliminar