sábado, 22 de enero de 2011

She Drives Me Crazy, Fine Young Cannibals, 1989


Hoy es uno de esos días en los que la ADSL se comporta como aquellos coches de Europa del Este, a trompicones y sin ninguna gracia. Una muestra del avance tecnológico de las empresas de Internet de nuestro país. Por lo tanto, haré lo que pueda mientras me deje la conexión: disculpadme la posible mala sintaxis producto de la velocidad a la que debo escribir para compensar la falta de la ídem en mi Internet.

Así que al turrón. Sin duda alguna, todos conocéis a los Fine Young Cannibals. Su paso por el mundo discográfico fue bastante fugaz, ya que durante el tiempo en que estuvieron activos no fueron excesivamente prolíficos en trabajos. Como muestra de ello, mientras que su primer disco, Fine Young Cannibals, fue lanzado a finales de 1985, hubo que esperar a inicios de... ¡1989! para su segundo (y último, además) larga duración, The Raw And The Cooked. Casi a la altura de Michael Jackson, desde luego...

Es menester decir que rentabilizaron enormemente su trabajo. Si Fine Young Cannibals había tenido buena acogida e incluso había dispuesto de un par de singles con muy notable éxito (un cover del Suspicious Minds original del Elvis Presley, y la estupenda Johnny Come Home), The Raw And The Cooked lo superó ampliamente, hasta llegar a ser uno de los álbumes más populares de la ya casi finiquitada década de los ochenta.

De este disco salieron varios temas que acabarían convirtiéndose en bombazos. Uno de ellos, y posiblemente el mayor hit de todos, fue She Drives Me Crazy. Sus ventas fueron tremendas y, paradójicamente, mucho mayores en Estados Unidos que en Gran Bretaña -país del que procedía la formación-: incluso alcanzó el poco accesible primer puesto del Billboard.

Sin más preámbulos, aquí lo tenéis para recordarlo un momento. Yo, por mi parte, celebro poder haber terminado la Píldora a pesar de los intentos de la compañía de ADSL por que no fuera así. Con un par.


Hasta la próxima.

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