Muy posiblemente, buena parte de vosotros os llevaréis una sorpresa al escuchar esta canción. Sin duda, la habréis oído de la versionadora con más éxito de la historia del pop, Céline Dion. Sin embargo, como suele pasar en estos casos, la tortilla de patatas ya estaba inventada antes de que el del bar de abajo (o El Bulli) se quisiera marcar el tanto.
Pues sí, veintiún años antes que la cantante canadiense, un tipo de melena enlacada con avaricia -lo que debió sufrir la capa de ozono- había llevado la canción al éxito más rotundo. Lanzado en diciembre de 1975, el tema vendió más de un millón de copias en poco tiempo, y se convirtió en uno de los hits más radiados de los primeros compases de 1976. Todavía hoy se considera uno de los grandes clásicos de la década de los setenta.
En realidad, el tema está muy inspirado en el segundo movimiento del Concierto para piano nº2 de Sergei Rajmáninov, algo que su autor, el norteamericano Eric Carmen, nunca ocultó. Sin embargo, cuando compuso All By Myself, pensaba que la obra de Rajmáninov estaba ya catalogada como de dominio público, y no incluyó al compositor ruso en los créditos. Finalmente, resultó que la pieza sí que tenía derechos de autor, motivo por el cual en las siguientes reediciones del disco acabó siendo incorporado en la autoría.
Menos mal que eran los setenta, y eran los Estados Unidos. Si llega a ser hoy día en España, se le presenta un inspector de la SGAE y del paquete que le mete, el muchacho hubiera acabado montando una peluquería para amortizar tanta laca. Aunque, ahora que lo pienso, las peluquerías tampoco son seguras, con los Ramoncín's Boys libreta en mano...
Como sea, el resultado fue espléndido. All By Myself es una balada que, a pesar de su aire lánguido y sensible, no llega a ser (demasiado) azucarada. Personalmente, siempre me ha encantado el brevísimo solo de guitarra a mitad de canción. Sin más os dejo escucharla, pero si la ponéis muy alta en un sitio público, luego no me echéis la culpa a mi cuando os venga algún tipo exigiendo "su" parte...
Pues sí, veintiún años antes que la cantante canadiense, un tipo de melena enlacada con avaricia -lo que debió sufrir la capa de ozono- había llevado la canción al éxito más rotundo. Lanzado en diciembre de 1975, el tema vendió más de un millón de copias en poco tiempo, y se convirtió en uno de los hits más radiados de los primeros compases de 1976. Todavía hoy se considera uno de los grandes clásicos de la década de los setenta.
En realidad, el tema está muy inspirado en el segundo movimiento del Concierto para piano nº2 de Sergei Rajmáninov, algo que su autor, el norteamericano Eric Carmen, nunca ocultó. Sin embargo, cuando compuso All By Myself, pensaba que la obra de Rajmáninov estaba ya catalogada como de dominio público, y no incluyó al compositor ruso en los créditos. Finalmente, resultó que la pieza sí que tenía derechos de autor, motivo por el cual en las siguientes reediciones del disco acabó siendo incorporado en la autoría.
Menos mal que eran los setenta, y eran los Estados Unidos. Si llega a ser hoy día en España, se le presenta un inspector de la SGAE y del paquete que le mete, el muchacho hubiera acabado montando una peluquería para amortizar tanta laca. Aunque, ahora que lo pienso, las peluquerías tampoco son seguras, con los Ramoncín's Boys libreta en mano...
Como sea, el resultado fue espléndido. All By Myself es una balada que, a pesar de su aire lánguido y sensible, no llega a ser (demasiado) azucarada. Personalmente, siempre me ha encantado el brevísimo solo de guitarra a mitad de canción. Sin más os dejo escucharla, pero si la ponéis muy alta en un sitio público, luego no me echéis la culpa a mi cuando os venga algún tipo exigiendo "su" parte...
Eric Carmen – All By Myself (por Spotify)
Eric Carmen, creó esa hermosa canción, sin embargo, luego de ella vinieron muchas más, para mi gusto, preciosas canciones, dignas de un genio de verdad, es decir un hombre de tomo y lomo como los que ya poco existe hoy.
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